En
primer lugar, los ganaderos que toman leche cruda,
sin haber sido sometida ningún tipo de proceso
industrial, gozan de excelente salud. Por otra parte,
recientes investigaciones señalan que sólo
la leche procedente de ciertas razas de vaca contiene
unas proteínas que no perjudican al ser humano,
al igual que la leche de oveja o de cabra. A todo
esto cabe añadir que el ganado no haya sido
sometido a la antibioterapia, hormonoterapia y haya
pastado en el campo libremente.
Según
parece, una leche que cumpla estas previas condiciones
es beneficiosa para la salud. ¿Por qué
es mejor la leche cruda que la procesada industrialmente?
¿Qué diferencia hay entre la leche bio
y la normal? ¿Qué reses dan una leche
apropiada para los seres humanos?
Algunas
enfermedades que se consideran relacionadas con el
consumo de productos lácticos son las enfermedades
respiratorias en los niños (otitis, catarros,
mucosidades), artritis reumatoides en ancianos, migrañas,
osteoporosis, enfermedades cardiovasculares, cáncer,
diabetes, alergias y asma, problemas digestivos, etc.
Se argumentaba que la razón por la que la leche
provoca tantos daños son:
1. los procesos industriales de pasteurización
y homogeneización,
2. el tratamiento con hormonas para aumentar la productividad
y antibióticos,
3. la incorrecta alimentación del ganado,
4. las alergias a la proteína de la leche (la
caseína) y la intolerancia a la lactosa,
5. la alimentación a los bebés con leche
de vaca adaptada en lugar de la leche materna,
6. las grasas contenidas en la leche,
7. los glóbulos blancos o pus contenidos en
la leche, y
8. la constatación a través de informes
estadísticos que en los países donde
no se consume leche (asiáticos principalmente),
las enfermedades de la civilización moderna
prácticamente no existen.
Puntos en discusión
Puntos por los que se considera que la leche “normal”
es perjudicial:
1-
La pasteurización: es el proceso
por el cual se calienta el alimento unos 30 minutos
a unos 65 ºC.
Según el Dr. Carol Vachon, en su libro “Pour
l’amour du bon lait” (Por el amor a la
leche buena) la pasteurización altera muchas
de las valiosas propiedades de la leche:
La homogeneización es el proceso
por el cual la grasa de la leche es fragmentada en
minúsculas gotas de forma que no puedan remontar
la superficie y formar crema, sino que quede mezclada
con el resto de la leche. Según el Dr. Vachon,
algunas investigaciones demuestran que este procedimiento
perturba la digestión de las grasas y favorece
la arteriosclerosis.
La
leche cruda no ha sido sometida a estos procesos,
y por tanto, mantiene intactas sus propiedades. Sin
embargo, aparece una duda: si no ha sido esterilizada
mediante la pasteurización ¿puede ser
que contenga algún microbio?
Según
el Dr. Vachon, la pasteurización fue creada
en un contexto de miedo a las infecciones y a las
epidemias, las cuales eran causadas por la falta de
conocimiento sobre higiene en la época (principios
del siglo XX). Las deficiencias de higiene eran generalizadas,
no solamente en la granja sino también en el
comercio, en los lugares públicos, etc. Empieza
la urbanización y los lugares de producción
se alejan de la urbe. Los medios de transporte eran
lentos y no había una refrigeración
adecuada. Una buena parte de las infecciones imputadas
a la leche cruda procedían probablemente de
otras fuentes. Actualmente la higiene se ha impuesto
en las granjas.
Incluso
se puede decir bien al contrario. Según el
Dr. Vachon, la leche tiene propiedades anti-contaminación
que protege de la contaminación, aunque evidentemente,
de forma limitada, pero suficiente si se toman medidas
de higiene. Experimentos realizados contaminando la
leche cruda con listeria pudieron comprobar como se
contenía su multiplicación, e incluso,
se reducía los 3 primeros días. En cambio,
la bacteria se multiplicaba hasta 10 veces cuando
se contaminaba la leche pasteurizada. Lo mismo sucede
con otras bacterias, como con la C. jejuni, la cual
es eliminada por la leche cruda en menos de 48 horas
si hay una contaminación.
La
leche cruda es uno de los pocos alimentos con el poder
de luchar contra los microbios peligrosos. La explicación
de este suceso reside en los leucocitos y anticuerpos
vivos que contiene.
Los informes anuales de la Federación internacional
de lecheros confirman que la leche cruda está
mucho menos contaminada que muchos otros alimentos,
como el roastbeef o el bife, y en cambio, la carne
cruda se puede comer en numerosos restaurantes. Existen
miles de ganaderos que toman leche cruda diariamente,
y que aprovisionan a su familia y vecinos, y todos
ellos gozan de excelente salud.
La
pasteurización elimina los microbios que existen
en la leche antes del proceso, pero crea una leche
que es un buen medio de cultivo para las bacterias
en post-pasteurización, ya que mata los anticuerpos
también.
2-
Tratamiento hormonal: en la leche
normal, el ganado es sometido a un tratamiento hormonal
para aumentar su rendimiento, con el consecuente aumento
del riesgo de contraer enfermedades por parte de la
vaca, las cuales tratan con antibióticos. Como
resultado, la leche resulta contaminada con hormonas,
residuos de medicamentos, y con mayor riesgo que contener
microbios (antes de pasteurizar, claro). Con la hormona
somatotropina bovina recombinante (rBST) las vacas
producen actualmente entre un 300% y 900% más
de leche que a principios de siglo.
La
leche BIO “suele” ser libre de estos tratamientos
hormonales y antibióticos. De todas formas,
depende de la legislación “bio”
a la que esté certificado el producto, ya que
cada certificado tiene sus normas propias.
3-
La alimentación del ganado:
hasta un niño sabe que las vacas comen hierba.
Pero no es así con las vacas de ganadería
intensiva, donde son alimentadas con pienso compuesto
básicamente por maíz modificado genéticamente.
El resultado es que la mayoría de las vacas
enferman por E.Coli. Y ya por no hablar de las que
comen restos de sus mismas congéneres, causa
conocida de la enfermedad Encefalopatía espongiforme
(Vacas locas).
Las
leche BIO proceden de vacas que han pastado en el
campo durante las estaciones suaves, y han tomado
forrage en invierno. De todas formas, cabe verificar
que la normativa del certificado así lo especifique.
4-
Intolerancia a la lactosa: gran porcentaje
de la población lo padece, es decir, carece
de la enzima lactasa suficiente para digerir la leche.
Por supuesto, en el caso en que una persona sufra
esta intolerancia, no es recomendable que tome leche.
En el caso de la alergia a la proteína de la
leche, la caseína, lo que se produce es una
respuesta exagerada del sistema inmunitario a esta
proteína.
La
proteína beta-CM-7 que existe en algunos tipos
de leche estimula las glándulas que producen
mocos en el tracto digestivo y respiratorio. El Dr.
Mercola comenta a propósito de este reciente
descubrimiento, que esta proteína se encuentra
en sólo algunas especies bovinas. En particular,
resulta que las razas llamadas Holstein y Friesian,
las blancas y negras a manchas, contienen esta proteína
beta-CM-7. Son especies “nuevas” que han
experimentado mutaciones de un aminoácido particular
de la beta-caseína hace 5.000 años.
En cambio, otras razas como la Jersey, Guernsey, la
Asiática y la Africana, son razas antiguas
que no han sufrido dicha mutación. Tampoco
no se encuentra en la leche de oveja o de cabra, siendo
por lo tanto, también saludables.
¿Podría
ser que esta proteína estuviera también
implicada en las alergias a la leche? No existen todavía
investigaciones al respecto, pero sí que existen
numerosos casos de personas alérgicas a la
leche normal que no lo son a la leche cruda, como
se detallará más adelante.
5-
Uso en los bebés: La leche
de vaca ha sido diseñada para alimentar a los
terneros, no a los humanos.
La alimentación de los bebés con leche
de vaca, aunque sea adaptada, provoca una mayor predisposición
a las alergias en general. El intestino del bebé
no está suficientemente maduro para digerir
una leche que no sea la materna.
Resumen
La población de los países lecheros
suele ser también muy sedentaria, al contrario
de la asiática o africana, y también
consume muchas más proteínas cárnicas.
Estos dos factores han sido demostrados como claves
en el desarrollo de la osteoporosis, como se explica
en el libro “Osteoporosis, the silent epidemic”
de Marilyn Glenville PhD.
En
efecto, la densidad ósea es superior en los
consumidores de leche, pero sólo antes de la
menopausia. En cambio, después de la menopausia
el gráfico se invierte, y las que consumen
más leche son las que tienen menor densidad
ósea. ¿A qué se debe este fenómeno?
Todavía
no existe explicación científica sobre
el mismo, pero el Dr. Vachon propone que es debido
a que la mala calidad de la leche normal produce un
doble efecto. A corto plazo el calcio permite un fortalecimiento
de los huesos, mientras que a largo plazo el efecto
es negativo. Una de las causas es la disminución
de la lactasa con la edad y por tanto, de la capacidad
de digerir la lactosa de la leche, provocado diarreas
y desarreglos en el sistema intestinal como la permeabilidad
intestinal modificada, tal y como explica el Dr. Mouton
en el libro “Ecosystème intestinal &
Santé optimale”, con la cual no se absorben
los minerales como el calcio o el magnesio, y en cambio,
se dejan pasar al torrente sanguíneo macromoléculas
mal digeridas, que son atacadas por el sistema inmunológico,
creando alergias y asma. Se observa también
que la osteoporosis ataca sobre todo a las personas
con enfermedades crónicas, como suelen ser
las personas mayores.
Nuevas
investigaciones se van añadiendo y confieren
propiedades interesantes a la leche cruda: acción
contra el cáncer, contra las enfermedades inflamatorias,
el asma, la corrección de la diabetes, la artritis,
la arteriosclerosis, etc. Los ganaderos la han tomado
desde siempre, y nos pueden contar sus efectos benéficos:
intestinos en orden, enfermedades respiratorias curadas,
niños más enérgicos y en buena
salud, etc.
¿Cuál
es nuestra opinión al respecto? Lamentablemente
en el comercio Latinoamérica es muy difícil
encontrar leche cruda, bio y de vacas Jersey como
en Europa. Pero podemos elegir lo que tomamos una
vez informados.
Algunas
referencias:
“Pour l’amour du bon lait”, Dr.
Carol Vachon
“Ecosystème intestinal & Santé
optimale”, Dr. Georges Mouton
“”Does drinking milk cause upper-respiratory
congestion?”, Dr. Mercola
"Osteoporosis, the silent epidemic”, Marilyn
Glenville PhD.
"Demonized Since the 1950s - Yet Still
One of Healthiest Foods Available ", Dr. Mercola