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| Los hidratos
de carbono constituyen la principal fuente de energía
de la mayoría de la población mundial. |
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Se
clasifican con el nombre de hidratos de carbono los azúcares
y las féculas, por ser sustancias orgánicas compuestas
por carbono, hidrógeno y oxígeno, en combinación
con moléculas de agua. Al ser ingeridas, tanto las féculas,
consideradas hidratos de carbono complejos, como los azúcares,
denominados simples, se convierten en su mayor parte en glucosa,
elemento que se incorpora a la corriente sanguínea y aporta
la energía necesaria al cuerpo humano. Un segundo grupo
de hidratos de carbono complejos está constituido por las
celulosas que, aunque no son asimiladas por el organismo humano,
tiene propiedades beneficiosas para la salud.
Las
Féculas
También
conocidas como almidones, las féculas proporcionan al cuerpo
humano la misma cantidad de energía que los azúcares,
pero lo hacen de forma más lenta. Esto se debe a que para
que el organismo humano, al ingerir, las descomponga en monosacáridos
(generalmente, glucosa) intervienen dos enzimas, denominadas amilasas:
una de ellas contenida en la salida y otras en el intestino delgado,
por lo el que proceso de su conversión en glucosa es más
lento que en el caso de los azúcares.
Los
Azúcares
Los
azúcares se clasifican en dos grandes grupos:
los monosacáridos y los polisacáridos.
Entre
los primeros destacan con mayor importancia la glucosa y la fructosa,
principales componentes del sabor dulce que tiene la fruta; entre
los segundos, la sacarosa, componente del azúcar que corrientemente
se toma, y la lactosa, contenida en la leche. A diferencia de
las féculas, el cuerpo humano asimila los azúcares
con mayor rapidez, por lo que se utilizan como reconstituyentes
casi inmediatos en los casos de fatiga excesiva o de ejercicios
físicos prolongados, como pueden ser algunos partidos de
tenis.
Las
Celulosas
Constituyentes
del segundo grupo de hidratos de carbono complejos, las celulosas
son polisacáridos de los que, junto con otros similares,
se componen las fibras vegetales que se encuentran en las leguminosas,
los frutos secos, los cereales integrales y numerosas hortalizas
y frutas. A sus reconocidos efectos para el tratamiento de varios
trastornos intestinales, se suma ahora el que se les atribuye
en la prevención de ciertos tipos de cáncer.
En
el campo dietético las celulosas tienen una considerable
importancia, porque su ingestión da sensación de
plenitud, lo que reduce el apetito, y, además, porque el
no ser asimilada por el organismo, no liberan calorías.
Propiedades
Dietéticas
Pese a que está muy extendida la creencia de que los hidratos
de carbono son sinónimo de gordura, la realidad es otra,
puesto que mientras un gramo de hidratos de carbono aporta 4 kcal
(kilocalorías), cifra similar a la que aporta un gramo
de proteínas, un gramo de grasa proporciona 9 Kcal. De
hecho, lo que debe tomarse en consideración cuando se trata
de regímenes dietéticos es la suma de calorías
que aportan los diferentes ingredientes que componen. así,
por ejemplo, el pan y la patata no engordan por sí mismos,
pero tomado junto con otros alimentos de gran riqueza nutritiva
pueden ayudar a que se superen las calorías determinadas
para una dieta dada.
En
el caso de los dulces y de las golosinas de factura industrial,
como pasteles, galletas, bombones y chocolates, los azúcares
tienen unas dosis de grasa considerablemente altas, por lo cual
su ingestión incontrolada no es aconsejable para mantener
una dieta equilibrada. El consumo indiscriminado de azúcares
también producen caries dental, razón de que las
personas golosas sufran con frecuencia dicha dolencia. Además,
y descartadas las enfermedades endocrinas, conduce por lo general
a la obesidad, una condición nada beneficiosa para el buen
funcionamiento del cuerpo humano y que se halla especialmente
contraindicada para quienes padecen afecciones o trastornos cardíacos
y vasculares.
La dieta ideal debe estar compuesta, de forma equilibrada, por
hidratos de carbono, proteínas y grasas.
Alimento
Esencial
Pese
a que en los países occidentales de mayor desarrollo económico
ha aumentado la tendencia a consumir productos con alto contenido
de proteínas, grasas y azúcares, en detrimento de
la utilización de los almidones, sigue siendo mayoritaria
la población mundial cuyo alimento primordial se compone
básicamente de cereales (arroz, maíz, trigo, acompañados
de algunas verduras y frutas). En las dieta de estos lugares es
muy bajo el consumo de grasas y de proteínas, debido a
la escasez de carnes y de productos dulces manufacturados de forma
industria.
Valor
Calorico de hidratos
(calorías por cada 100 gramos)
Arroz 356
Centeno 357
Maíz 358
Trigo 360
Guisantes 330
Lentejas 340
Judías Secas 315
Patatas 90
Plátano 100
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