La
mayoría de las personas considera, con
buen criterio, que la obesidad es perjudicial para
la salud. No obstante, nuestras cifras de sedentarismo son
muy elevadas, mientras que los conocimientos sobre
la relación entre alimentación y salud
son más bien escasos.
Apenas
el 42% sabe que la salud puede alterarse en función
de los alimentos ingeridos. La combinación
de estos "ingredientes" genera un caldo
de cultivo muy propicio para que surja la llamada
"charlatanería nutricional", esto
es información falsa o errónea sobre
alimentación que, por lo general, persigue
fines comerciales y puede ser peligrosa para la salud. Su
máximo exponente son las dietas milagrosas.
A continuación se explica qué es una
dieta milagro y se aporta un cuestionario práctico
para detectarlas y no caer en la trampa.
Dietas
milagro: ¿Qué son?
Se
podría definir a una "dieta milagro"
como aquella que contiene promesas que suenan demasiado
bonitas como para ser ciertas. La Estrategia
Naos propone otra definición, quizá
más acertada: son aquellas que prometen una
rápida pérdida de peso sin apenas esfuerzo.
Perder peso de forma rápida no es en absoluto
aconsejable: puede causar graves problemas de salud,
tal y como declara la American Obesity Treatment
Association.
Un
ejemplo de dieta que cumple con las dos definiciones
anteriores es la "La dieta paleolítica",
que incluye la siguiente frase: "Puedes perder
de 10 a 13,5 kg en un año tomando la misma
cantidad de alimento y sin hacer ningún cambio
en tus hábitos de ejercicio". Tras leer
una promesa así, u otra similar (imposible
de cumplir según cualquier tratado serio de obesidad o
de metabolismo energético), el mejor consejo
es mirar hacia otra parte.
Sin
embargo, a veces no es tarea fácil desenmascarar
(o sea, quitar la máscara) a una dieta milagro,
ya que, o bien se camufla bajo campañas publicitarias
muy bien diseñadas, o bien cuenta con el aval
de un "reputado experto" (que nunca lo es).
Es más, en gran parte de las ocasiones, la
dieta se acompaña de afirmaciones veraces mezcladas
con otras que no lo son. Tal y como afirma el catedrático
de Nutrición Abel Mariné, "de estas
dietas cabe afirmar que tienen cosas buenas y originales,
pero las buenas no son originales y las originales
no son buenas".
Test
práctico
Las
dietas milagrosas, en el mejor de los casos, son ineficaces.
También pueden provocar el resultado contrario
al esperado -el conocido "efecto yoyó
o rebote"- y, peor aún, dañar nuestra
salud. Ante la proliferación de estas dietas
-cada vez más abundantes, variadas y sofisticadas-,
el GREP-AEDN acaba de editar un documento denominado
"¿Cómo identificar un producto,
un método o una dieta 'milagro'?". El
informe de este grupo de dietistas-nutricionistas
aporta las claves para reconocer cuándo estamos
ante una promesa dietética fraudulenta.
Con
este sencillo test, un cuestionario con diez preguntas
clave para desenmascarar dietas milagro.
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TEST:
LA DIETA...
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SÍ
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NO
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- ¿Promete
resultados rápidos?
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- ¿Promete
resultados asombrosos o "mágicos"?
(una "cura milagrosa", un "ingrediente
secreto", un "antiguo remedio"
o un "quemador de grasas").
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- ¿Prohíbe
el consumo de un alimento o grupo de alimentos?
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- ¿Ofrece
listados de alimentos "buenos"
y "malos"?
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- ¿Presenta
relatos, historias o testimonios para
aportar credibilidad? ("La dieta
con la que han adelgazado 30 millones
de personas" o "Mary sobrevivió
a un cáncer gracias a esta dieta").
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- ¿Se
puede autoadministrar o implementar sin
la participación de profesionales
sanitarios cualificados? ("hágalo
usted mismo").
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- ¿Atribuye
"proezas" a determinados nutrientes?
("El omega-3 moviliza sus grasas"
o "las proteínas sacian muchísimo").
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- ¿Conlleva
consumir "preparados" que vende
quien promueve la "dieta" o
el "método"?
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- ¿Contiene
afirmaciones que sugieren que los "preparados"
son seguros, ya que son "naturales"?
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- Los
preparados que se consumen (productos
dietéticos o similares), ¿tienen
un coste muy elevado si los comparamos
con el valor económico de obtener
los mismos resultados mediante alimentos
comunes?
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Entre
las dietas que cumplen todos o la mayoría de
los puntos del anterior cuestionario, el GREP-AEDN
ha desenmascarado a las siguientes: la "dieta
de la Zona", la "Isodieta", la "dieta
Dukan", la "dieta enteral Planas",
el "método Pronokal®" y la "dieta
flash".
El
consejo es claro: hay que alejarse de ellas.
Si queremos prevenir enfermedades crónicas
mediante la alimentación, es preciso seguir
una alimentación saludable. Sus beneficios
a largo plazo son innumerables. Y si padecemos obesidad o
cualquier otra enfermedad, el primer paso es acudir
sin demora a un profesional sanitario en toda regla.