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Aceites Comestibles Curativos
Sus propiedades medicinales y terapéuticas, aumentara tu rendimiento físico, mejorara tu sistema inmunológico aumentando las defensas, fortalecerá tus huesos y tu memoria, reducirá el colesterol y mejorarán tus digestiones y el tránsito intestina por su alto contenido en fibra, además de luchar contra el envejecimiento.
También tienen la capacidad de resaltar muchas
de las características sensoriales de los alimentos
como el sabor, el aroma y la textura.
Los aceites vegetales que se comercializan como alimentos
tienen 2 orígenes: una variedad muy grande se
extraen de semillas vegetales, y otros de la pulpa de
un fruto (la oliva).
En ellos abunda la grasa poliinsaturada (especialmente,
ácido linoleico y, en ciertos aceites, linolénico;
este último similar a la grasa del pescado azul).
Los ácidos linoleico y linolénico son
esenciales, han de incluirse cada día en la alimentación
ya que el organismo no los puede producir por sí
solo.
En nuestro cuerpo, las grasas poliinsaturadas producen
los siguientes efectos cardioprotectores: reducen los
niveles de colesterol total y otras grasas llamadas
triglicéridos en sangre; reducen el riesgo de
formación de coágulos sanguíneos
(trombosis y accidentes cardiovasculares-cerebrovasculares)
y producen vasodilatación (aumentan el diámetro
de los vasos sanguíneos).
Además de esto, cada uno tiene sus características
particulares, conoce un poco aquí:
El aceite de coco ahora está siendo reconocido por la comunidad médica
como herramienta de gran alcance contra enfermedades inmunes.
Ya hoy en día se sabe que el aceite de coco puro natural (prensado
en frío), no el aceite de coco hidrogenado que se ha alterado de su
forma original, mejora la salud: levanta el metabolismo, que ayuda a la gente
que está intentando perder el peso y poblar el sufrimiento de problemas
de la tiroides. El coco estabiliza los niveles de azúcar de sangre,
ayudando con la diabetes.
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Aceite de Coco
Mejora la memoria y contrarresta el declive cognitivo
asociado a la edad.
Los expertos comprobaron, en concreto, sus efectos protectores
contra la muerte celular inducida del péptido
beta-amiloide (Aß) y el estrés oxidativo
celular. Este péptido es el principal compuesto
de las placas seniles y los depósitos de amiloide
cerebrovascular en personas con enfermedad de Alzheimer.
Es el más rico en ácido linolénico.
Es un aceite de un sabor muy agradable. Se debe usar
crudo. Es un aceite muy rico también en vitamina
E y en ácidos grasos polisaturados.
Desde la antigüedad, se ha utilizado como antiparásitario
intestinal y una vez enranciado, se ha usado como purgante.
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Aceite de Nuez
Posee un marcado aroma a frutos secos y se puede emplear
para cocinar incluso postres, pero lo más habitual
es consumirlo como aliño de ensaladas. Es beneficioso
en el tratamiento de enfermedades de vejiga y próstata.
En la medicina tradicional alemana se prescribe como
remedio para infecciones del tracto intestinal y lombrices.
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Aceite de Pepa de Calabaza
De sabor y aroma muy agradables. Contiene un antioxidante
natural, sesamol, que lo hace muy estable y resistente
a la oxidación. Es un gran reductor del colesterol
y fortalecedor del sistema nervioso por su alto contenido
en lecitinas y fosfatos.
Excelente contenido en calcio y zinc.
Posee una concentración mayor de Omega 3 respecto
a otros aceites, aunque el de mayor es el de linaza,
lo que aporta grandes beneficios en la protección
de la salud cardiovascular, en el control del nivel
de colesterol en sangre y además posee efectos
antioxidantes.
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