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Sin
embargo, cada variedad tiene unas características
propias que la hacen más o menos recomendable
según el tipo de dolencias que se sufran,
la edad que se tenga o el tipo de vida que se
lleve.
Como
principio alimenticio básico puede establecerse
que no hay especie frutícola que no guarde
propiedades beneficiosas para el organismo.
Todas deben formar parte de la alimentación
diaria, y lo mejor es variar las especies que
se consumen. Para una dieta sana es aconsejable
la ingesta de cinco raciones diarias de fruta
y verdura.
Por
otro lado, cada variedad tiene una composición
vitamínica y mineral distinta y, por
tanto, puede resultar más o menos adecuada
dependiendo de las condiciones de quien la consuma.
Especialmente recomendables a cualquier edad,
y para cualquier persona, son los cítricos
y las frutas rojas, ricas en vitamina C, y las
frutas de color amarillo anaranjado, por su
alto contenido en betacaroteno, precursor de
la vitamina A.
Ambos micronutrientes tienen un gran poder antioxidante,
es decir, contrarrestan la acción de
los radicales libres y protegen el organismo
del deterioro celular. También parece
comprobada su acción positiva sobre las
defensas y en la prevención de algunos
tumores. Es recomendable el consumo de cítricos
y frutas rojas para los fumadores, ya que sus
necesidades de vitamina C están por encima
de la media y precisan un aporte mayor.
Una
de las frutas favoritas de los niños
es sin duda alguna el plátano. Se trata
de una especie deliciosa, muy rica en azúcar
y, por tanto, ideal para los más pequeños,
que suelen mantener una actividad física
intensa. Por la misma razón, es una fruta
indicada para los que practican deporte habitualmente,
pero la tienen que tomar con cuidado quienes
sufran problemas de hiperglucemia, y aquellas
personas que deban controlar los kilos de más.
Algo similar ocurre con las uvas, que son bastante
dulces y aportan una cantidad de calorías
más alta que otras frutas, aunque en
el apartado de las ventajas, poseen sustancias
anticancerígenas, como el resveratrol.
Aunque
casi todas las frutas son ricas en fibra, una
de las que guardan mayores concentraciones es
la manzana, lo que determina que sea apropiada
para regular el tránsito intestinal.
Especialmente efectivas contra el estreñimiento
son el kiwi, que además posee una elevadísima
cantidad de vitamina C, la ciruela y a la piña.
Frutas igualmente exóticas como el coco
y los dátiles, aportan buenas dosis de
energía y fortalecen el organismo, aunque
conviene tener en cuenta que el primero es rico
en sodio, y los segundos contienen tiramina,
una sustancia vasoconstrictora. Estos dos rasgos
los hacen poco recomendables en caso de hipertensión.
Para
las personas que no tomen el agua que deben,
cuya cantidad aconsejable es de dos litros diarios,
nada mejor que la sandía, rica en el
líquido y muy baja en calorías,
un aspecto que la convierte en aliada contra
el sobrepeso. El apelativo de ligeras también
se puede aplicar al melón y la fresa,
por poner dos ejemplos.
Más
allá de especies, una cuestión
fundamental que hace que una fruta sea mejor
o peor es su estado de conservación y
maduración. Algunas, como el plátano,
pasan de ser indigestas a digestivas, dependiendo
de si están verdes o maduras. Está
claro que hay que intentar tomarlas en su punto
y adquirirlas siempre en buen estado, aunque
es cierto que su proceso de recolección
y conservación suele escaparse de las
manos del consumidor.
Un estudio de la Universidad de Harvard reveló
que los tomates recogidos en su momento óptimo
de maduración son muy ricos en licopeno,
sustancia anticancerígena de la que prácticamente
carecen cuando están verdes.
Y
como lo importante es tomar fruta fresca, nada
mejor que acudir a las variedades que se encuentran
en temporada. Sean cuales sean sus nutrientes,
se tratará de alimentos en el mejor momento
del año para ser consumidos, y además,
contarán con un precio asequible.
Las
propiedades de las frutas
Albaricoque
: Equilibra el sistema nervioso y es
un eficaz antialérgico. Contiene fósforo,
hierro, calcio y vitamina A. Está indicado
para combatir la anemia.
Cítricos
: Todos los cítricos y especialmente
la naranja y el limón son ricos en vitamina
C, contiene también minerales como el
calcio, fósforo, magnesio y cinc y en
en menor cantidad vitamina B1 y ácido
fólico. Su consumo habitual fortalece
nuestras defensas, mejorando el funcionamiento
de nuestro sistema inmunitario. Su fibra nos
ayuda a combatir el estreñimiento.
Fresas
: Destacan por su vitamina C y por su hierro,
pero su consumo no está recomendado en
caso de ácido úrico.
Manzana
: Es diurética, estimulante
y ayuda a eliminar toxinas. Tiene un tipo de
fibra suave llamada pectina que le da propiedades
saciantes y contiene vitaminas C, B y PP, además
de potasio.
Melocotón : Suave, jugoso
y azucarado, el melocotón merecería
más que la manzana la denominación
de fruta prohibida". Tiene una buena cantidad
de vitaminas A, B y C y oligoelementos que equilibran
el metabolismo. Tiene propiedades suavemente
laxantes y diuréticas.
Pera
: Calma la tos y la congestión
pulmonar. También alivia la gastritis
y la ulcera gastrointestinal.
Piña : Contiene dos
enzimas digestivas (la bromelia y la papaína)
que permite digerir mejor las proteínas.
Contiene una gran cantidad de vitamina A.
Plátano
: Los hidratos de carbono son en forma de sacarosa,
por lo que no es indicado para los diabéticos
y su valor calórico es superior a otras
frutas 85 calorías por 100 gr. Contiene
magnesio, cinc, acido fólico, y vitaminas
A y C.
Uva
: Para aprovechar sus virtudes es necesario
tomar la uva con su piel y pepitas. En la piel
se encuentran diferentes sustancias antioxidantes,
como las flavonas que protegen a los vasos sanguíneos,
previenen la arteriosclerosis y estimulan el
sistema inmunitario.
Otra
sustancia que contiene la uva es el resveratrol
que se ha mostrado eficaz para prevenir el cáncer
y las enfermedades cardiovasculares. Recientemente,
un grupo de investigadores de la Universidad
de Harvard ha demostrado que el resveratrol,
que abunda en la piel de la uva negra, es capaz
de estimular, las sirtuinas, unas enzimas celulares
que retrasan el envejecimiento y que podrían
prevenir enfermedades geriátricas como
el Alzheimer.
La
uva de mesa contiene agua en un 80% y azucares
(glucosa y fructosa) en un 18%. Estos azucares
se absorben rápidamente, proporcionando
energía rápida e inmediata. Se
puede decir que la uva es un excelente recuperador
energético, que deportistas, niños
y jóvenes pueden y deben utilizar. Sin
embargo, por su alto contenido en azucares no
es aconsejable para los diabéticos.
Los
principales minerales que encontramos en la
uva son el potasio y el hierro (0,50 mg por
100 gr) y en menor medida magnesio, selenio
y cinc. Entre las vitaminas destacan la B1,
B6 y C.
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