Primero,
debes comprender que no hay comidas buenas y malas, sólo
buenas y malas costumbres alimenticias. Todas las comidas
proporcionan substancias que tu cuerpo necesita para crecer,
tener energía y mantenerse saludable, y todas las comidas
pueden ser parte de una dieta saludable. Una dieta saludable
incluye productos de cereales, vegetales, frutas, leche descremada,
carne desgrasada, pescado, pollo y frijoles secos. Selecciona
menos comidas que contienen mucha grasa o azúcar.
La cantidad total y los tipos de comida que comes a través
de varios días formará una dieta saludable o
insalubre. Por esta razón, come una variedad de comidas
para obtener la energía, proteínas, vitaminas,
minerales y fibra que necesitas para tu buena salud.
Algunos
grupos de alimentos satisfacen varios grupos. Por ejemplo,
los tacos, pizza, lasagna entre otros contienen una combinación
de ingredientes que pueden contar para muchos grupos de alimento.
¿Puedes
pensar en otras combinaciones de alimentos nutritivos?
Si te
tomas una pizza hecha con queso, jamón, tomate y además
le añades algunas hortalizas y verduras como champiñones,
alcachofas, pimiento, o cebolla, no necesitas nada más
para que tu comida resulte de lo más completa. Ésta
contiene carbohidratos (los que contienen la harina), proteínas
(las del queso y jamón), grasas (queso y jamón),
fibra, vitaminas y minerales. Es decir, todos los nutrientes
necesarios para el organismo. Para redondear la jugada sólo
hace falta que le añadas un chorrito de aceite de oliva.
Por esta
razón, dar de cenar a tus hijos una pizza "Cuatro
estaciones" es una buena alternativa para que estén
bien alimentados. Para los más pequeños, es
recomendable añadir una ración extra de queso,
o tomar de postre un producto lácteo para asegurar
el aporte de calcio necesario para sus huesos.
El contenido
nutricional de la pizza varía según sus ingredientes
(queso, pescado, carne, vegetales…) pero, en todo caso,
las caseras son más recomendables que las industriales,
con un alto contenido en grasas.
En general
es un alimento rico en carbohidratos (25,8 gramos /100 gramos),
grasa (11,5 gramos /100 gramos) y proteína (8,8 gramos
/ 100 gramos).
Aproximadamente,
100 gramos de pizza aportan unas 234 calorías y, por
tanto, una ración pequeña puede ser apta incluso
para dietas de adelgazamiento. Para controlar el colesterol
se recomiendan pizzas vegetales, con queso desnatado y aceite
de oliva.
Además
de ser un plato socorrido y fácil de hacer, es mejor
preparar las pizzas en casa para asegurarnos la calidad de
los ingredientes. Podemos emplear casi de todo (carne, pescado,
vegetales, conservas) y hacer nosotros mismos las salsas.
Los condimentos más utilizados son el orégano,
el ajo y la albahaca.
Si se
dispone de tiempo y ganas, uno mismo se puede preparar la
masa para la base. Los iomponentes son harina, levadura, agua,
sal y azúcar. Sin embargo, resulta mucho más
cómodo comprar las bases ya preparadas, congeladas
o de panadería.
En las
pizzas industriales es muy difícil saber qué
tipo de grasas se han empleado, y en muchas ocasiones éstas
son de origen animal (malas para nuestra salud cardiovascular)
o vegetal poco recomendables (aceite de coco y palma). Lo
mismo ocurre con los embutidos y otros ingredientes.
Tras la
Primera Guerra Mundial y la emigración de numerosos
italianos a Nueva York y Buenos Aires, se popularizó
el consumo de pizza en estas ciudades. En la segunda mitad
de siglo se extendió por Europa, pasando a formar parte
de la llamada "cocina ligera" e incorporándose
a la casera con gran éxito. La pizza moderna, a base
de queso y mozzarella, es un "invento" napolitano.
En España, el equivalente a la pizza, tanto por variedad
de ingredientes como por valor nutricional, es el bocadillo.
Composición
nutricional
Por 100
gramos de pizza
Energía
234 calorías (Kcal)
Glúcidos 25,8 gramos
Proteínas 8,8 gramos
Lípidos 11,5 gramos
Estos
valores pueden variar considerablemente según los ingredientes
que contenga la pizza
El contenido nutricional de la pizza varía
según sus ingredientes
-carne,
pescado, queso, vegetales....-. Pero, en todo caso, las pizzas
caseras son más recomendables ya que de esta forma
se puede estar seguro de la calidad de los ingredientes. Además
es un plato fácil y socorrido.
Lo mismo
se puede decir de las hamburguesas. Aunque las industriales
pasan unos controles de fabricación muy altos, siempre
será mejor comprar la carne y picarla en casa. En caso
de que esto no fuera posible, hay que comprobar que el envase
de la carne está en perfecto estado. Y no olvidarse
nunca de mirar la fecha de caducidad.
Una
comida de lo más completa
Tanto
unas como otras siempre van acompañadas de diferentes
ingredientes. Queso, jamón, tomate o ketchup además
de algunas hortalizas o verduras, como la lechuga, la cebolla,
champiñones, alcachofas o pimientos. Con todos estos
ingredientes, no hace falta comer nada más para que
la comida resulte de lo más completa.
Contiene
carbonohidratos -los que contienen la harina- y proteínas
-que en el caso de las hamburguesas ”suponen entre un
15% y un 20% del peso y son de alta calidad biológica”,
según la nutricionista Carmen Ibañez-. También
contienen proteínas y grasas el jamón y el queso.
La comida
rápida contiene además fibra, vitaminas y minerales.
Es decir, todos los nutrientes necesarios para el organismo.
Esto no quiere decir que uno se pueda alimentar sólo
de este tipo de platos, no sería bueno. Como tampoco
lo sería alimentarse nada más que de fruta,
por muy saludable que esta fuera.
Mozzarella
light
El problema
de las pizzas para las personas que están a dieta,
parece haberse solucionado. Ya que lo que realmente tiene
un alto contenido en grasas - por eso engordan- es el
famoso queso que las recubre: la mozzarella.
En la
actualidad, practicamente todas las pizzerias y en las hamburgueserías
también, se puede pedir el menú dietético.
Básicamente consta de los mismos ingredientes, pero
con quesos bajos en grasas. A la mozzarella light se le añade,
además, un chorrito de aceite de oliva - que
controla el colesterol- para que el queso quede viscoso y
homogéneo como la auténtica mozzarella.
Pizza
de dos Quesos
Este
plato combina muy bien con fruta fresca y una ensalada de
vegetales verdes mixtos y como decoración algunos frijoles
rojos (habichuelas).
Ingredientes
para 4 porciones:
- Harina
de trigo integral (entera)
- 1
lata (10 onzas) de masa para pizza
- 2
cucharadas de aceite de oliva
- 1/2
taza de queso ricotta bajo en grasa/parcialmente descremado
- 1/2
cucharadita de albahaca seca
- 1/4
de cucharadita de sal (opcional)
- 1
cebolla pequeña, picadita
- 2
dientes de ajo, picaditos
- 2
tazas de hongos (setas, champiñones, callampas) picaditos
- 1
pimiento rojo grande, cortado en tiritas
- 4
onzas de queso mozzarella bajo en grasa/ parcialmente descremado,
desmenuzado
Preparación:
Pre-caliente
el horno a 425°F.
Esparza la harina de trigo sobre una superficie plana. Desenrolle
la masa para pizza y pásele el rodillo (ó use
una botella como rodillo) hasta que la masa esté al
espesor de su agrado.
Engrase un molde para hornear galletitas con el "spray"
de cocinar. Ponga la corteza de pizza en el molde. Con una
brochita, unte aceite de oliva sobre la masa de pizza.
Mezcle
el queso ricotta con la albahaca seca, el ajo, la cebolla,
y la sal, y esparza esta mezcla sobre la pizza.
Vierta el queso mozzarella sobre la pizza, y finalmente, agregue
los hongos (setas, champiñones, callampas) y el pimiento.
Hornée a 425° F. de 13-15 minutos hasta que el
queso se derrita y la corteza se dore.
Corte en 8 tajadas.
Información de Nutrición: