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| Los
super dulces tomates negros poseen todos los beneficios
del tradicional tomate rojo, y a éstos se les
suma que son capaces de mejorar la vida sexual de los
reptiles (lo cual, si Ud. tiene sangre caliente no debería
ser muy relevante). |
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Claro
que como recurso de marketing se está explotando el hecho
de que las tortugas que comen este fruto le demuestran su estimación
a su pareja con mucha más vehemencia que las que no lo
consumen
El aprovechamiento del tomate y de sus propiedades nutritivas
parece cobrar una nueva dimensión. A las distintas investigaciones
orientadas a valorar el beneficio del licopeno contenido en su
piel, compuesto asociado a la prevención de cáncer
de próstata y de enfermedad cardiovascular, ahora deben
añadirse el interés por incrementar la presencia
de vitamina C y antioxidantes y también una cierta osadía
comercial. Una empresa británica acaba de lanzar los kumates,
algo así como supertomates de color negro, de origen transgénico
más dulces, grandes y jugosos.
La industria agroalimentaria propone nuevas variedades de tomates
en formas, colores y sabores claramente diferenciados.
Los nuevos tomates son el resultado de seis años de investigación
y se exponen ya en las verdulerías y supermercados del
Reino Unido, país autor de la iniciativa. Con todo, los
kumates, nombre con el que se ha bautizado a esta modalidad, se
cultivan en la huerta murciana y allí comparten los requisitos
agrícolas del resto de los tomates antes de su exportación.
Son fruto de modificaciones genéticas, pero la empresa
explotadora de los tomates negros, la británica Sainsbury’s,
valora el hecho de que «parezcan muy naturales».
El
Origen del Tomate
El origen de la planta del tomate, Lycopersicon esculentum, abarca
una extensa región andina del norte de Chile al sur de
Colombia, pero fueron los aztecas mexicanos quienes domesticaron
su cultivo. Se sabe que durante el siglo XVI se consumían
en México tomates de distintas formas y tamaños,
rojos y amarillos, aunque por entonces ya habían sido explotados
como alimento por españoles e italianos. En otros países
europeos el tomate sólo se utilizaba en farmacia, y en
Alemania no abandonaron la botica, con destino a las tiendas de
ultramarinos, hasta comienzos del siglo XIX. Asimismo, españoles
y portugueses difundieron las cualidades gastronómicas
del tomate por Oriente Medio y África, y de allí
a otros países asiáticos. Con el tiempo, se difundió
también a Estados Unidos y Canadá desde Europa.
La
producción de tomates negros no es una novedad en sí
misma. De hecho, existen variedades distintas en forma y color
que han venido comercializándose desde hace años
más o menos adaptadas a gustos locales y a características
geográficas determinadas. Además de los clásicos
tomates rojos, de textura, sabor y forma variopintos, es posible
encontrar tomates verdes, amarillos, anaranjados, rosas o incluso
negros con características organolépticas diferenciadas.
Los negros, poco corrientes en el mercado europeo, se anuncian
como «dulzones y jugosos». La variedad ahora comercializada
le suma propiedades pretendidamente funcionales.
Colores y sabores
Lo
de cambiar el color de las cosas parece una marca de la casa en
Sainsbury’s. Si hace poco comercializaron una zanahoria
de color púrpura, ahora prueban suerte con el tomate negro.
«Las reacciones del consumidor son siempre impredecibles»,
asegura un portavoz de la empresa, «pero hemos llevado a
cabo pruebas ciegas entre nuestros empleados y el sabor dulce
que caracteriza al kumate salió vencedor frente a tomates
normales».
Con
anterioridad, científicos estadounidenses idearon tomates
oscuros muy ricos en antocianinas, unos pigmentos antioxidantes
como los del vino tinto y que están presentes también
en distintas modalidades de frutas.
Desde
el punto de vista de una explotación comercial, el tomate
es un fruto harto sabroso. Tras la patata, se trata del vegetal
más consumido en todo el mundo. Según datos de la
Universidad de Oregón, en 2003 cada norteamericano consumió
una media anual de 40 kg de tomates.
De
los 8,5 millones de toneladas de tomates cultivados anualmente
en Europa, sólo 1,5 van a parar directamente al consumidor.
Los siete millones restantes lo hacen, indirectamente, en forma
de salsas. Los expertos europeos afirman que el cultivo del tomate
goza de buena salud, pero temen la competencia de potencias asiáticas
como, por ejemplo, China (actualmente, el tercer productor mundial).
Según
Philipe Busquin, comisionado del proyecto TOM(ato) de la Unión
Europea, está previsto organizar una cosecha de casi cuatro
millones de toneladas en distintas partes del viejo continente
con el objetivo de ilustrar la riqueza de la hortaliza en proteínas,
azúcares, fibra y aceites esenciales. Asimismo, teniendo
en cuenta que hasta un 40% de los tomates empleados en la elaboración
de salsas acaba como residuo, el proyecto TOM (ato) se propone
sacar partido a los nutrientes de la piel y las pepitas de esta
hortaliza en clave funcional.
¿Qué
son los Licopenos?
Los licopenos son carotenoides contenidos en la piel del tomate
que pueden reducir sensiblemente el riesgo de contraer cáncer
de próstata o enfermedad cardiovascular.
Tanto
en Europa como en EEUU se están estudiando intensivamente
la naturaleza fitoquímica de las principales verduras,
frutas y hortalizas, con vistas a identificar bondades terapéuticas
que puedan rivalizar con el té verde, la soja, el vino
tinto o el aceite de oliva en pro de la salud.
También en la Universidad de Kobe (Japón), un equipo
de científicos dirigido por el profesor J. Yamamoto estudia
el efecto de una ingestión regular de tomates en la prevención
de episodios trombóticos. De los experimentos llevados
a cabo in vitro e in vivo, Yamamoto resumió el año
pasado en una edición del British Journal of Nutrition
(90:1031-1038) que distintas variedades de tomate presentan propiedades
antitrombóticas.
Por
otra parte, el Instituto de Ciencias Médicas de Nueva Delhi
(India) demostró también en 2003 que los licopenos
del tomate resultan un coadyuvante ideal en la cirugía
de orquidectomía (castración quirúrgica),
prescrita a pacientes con un estadio grave de cáncer de
próstata. Los licopenos, en realidad, disminuyen los niveles
de antígeno prostático específico (PSA),
evitan la proliferación de tumores secundarios y mejoran
la supervivencia.
El
estudio indio, publicado en el British Journal of Urology International,
tomó a 45 pacientes con cáncer de próstata
y metástasis. La mitad fue tratada con orquidectomía
sola y la otra mitad con orquidectomía y el equivalente
a 4 mg/día de licopenos del tomate. Mientras que sólo
un 40% de los pacientes operados experimentó una mejoría
en los niveles de PSA, dicha mejoría tuvo lugar hasta en
un 78% de quienes habían compaginado la operación
con la dieta de tomates.
El
licopeno es un pigmento vegetal, soluble en grasas, que aporta
el color rojo característico a los tomates, sandías
y, en menor cantidad, a otras frutas y verduras. En un tomate
maduro, el licopeno puede alcanzar niveles de hasta un 83%. Si
la cantidad de licopeno en los tomates de ensalada está
alrededor de 3.000 µg/100g, en los «tipo pera»
alcanza hasta diez veces esa cifra. Además, mediante modificación
genética, es posible obtener tomates que contienen más
de tres veces la cantidad de licopeno que el resto. El licopeno
posee propiedades antioxidantes y actúa protegiendo a las
células humanas del estrés oxidativo de los radicales
libres. También existen evidencias científicas de
que los licopenos del tomate previenen el síndrome de degeneración
macular, principal causa de ceguera más allá de
los 65 años. Otras investigaciones adjudican a los licopenos
la propiedad de reducir los niveles de colesterol LDL. Se estima
que, en España, la cantidad de licopeno incluido en la
dieta llega a unos 1,3 mg/persona/día.
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