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Según
una encuesta llevada a cabo por el MAPA (Ministerio
de Agricultura, Pesca y Alimentación) gran parte
de nuestros jóvenes tienen un perfil de consumo
de alimentos basados en los siguientes criterios: sencillez,
rapidez y comodidad en la preparación de alimentos,
presupuesto muy limitado destinado a la alimentación
y forma no convencional de consumo, es decir, compaginan
el acto de comer con otro tipo de actividades (TV, radio,
lectura, etc.)
Su
sentido del horario de las comidas es muy laxo, pueden
comer a cualquier hora y la dieta suele acomodarse a
sus exigencias y ritmos de trabajo o estudio y ocio.
Realizan numerosas "tomas" de alimentos, fraccionando
el volumen total de la dieta diaria y, en general, comparten
en pocas ocasiones la comida con la familia.
El
consumo de alimentos fuera del hogar, en el sentido
de ocio, por razones de precio y de identidad con su
grupo, suele producirse en lugares tales como: self
service, bocaterías, hamburgueserías,
pizzerías, restaurantes chinos…. En estos
establecimientos, los platos que se sirven son de alto
valor de saciedad y elevado contenido energético,
fundamentalmente a expensas de grasas e hidratos de
carbono simples, complementándolos con refrescos
o alcohol en sustitución del agua.
Ante dichas situaciones, resulta esencial proponer estrategias
con el fin de beneficiar la salud de los jóvenes
a través de una alimentación que, siendo
agradable y ajustada a sus gustos en la medida de lo
posible, contribuya a promover su salud y prevenirles
de determinadas enfermedades en el futuro: cardiovasculares,
hipertensión, obesidad, determinados tipos de
cáncer, osteoporosis, diabetes, etc.
Es necesario, mediante una adecuada educación
nutricional, facilitar la elección de la dieta
más ajustada a sus requerimientos nutritivos,
de tal forma que el conocimiento teórico se traduzca
en una actitud positiva y, finalmente, en la conducta
alimentaria correcta.
Una alimentación es saludable si incluye variedad
de alimentos, se prepara siguiendo las normas básicas
de higiene y seguridad alimentaria, su sabor y presentación
responde a los principios de la gastronomía de
cada región y se consume en un ambiente agradable,
disfrutando con la familia o los amigos. De este modo
se sintetizan los aspectos físicos, psíquicos
y sociales que integran el concepto de salud.
Características Fisiológicas
Nos encontramos en una etapa de la vida en la que ya
no existen las elevadas demandas energéticas
y nutritivas que caracterizan a otros periodos, tales
como la infancia o la adolescencia. Estas necesidades
son sensiblemente menores en relación con el
peso corporal, y dependen, entre otros factores, de:
edad, sexo, complexión (fuerte, mediana, delgada)
y grado de actividad física.
Masa ósea: en el inicio de la pubertad y hasta
el final de la adolescencia es cuando se produce el
crecimiento más rápido de la masa ósea.
Desde ese momento y hasta los 30 años aproximadamente
se produce la consolidación del hueso. El aporte
adecuado de calcio a través de la alimentación,
va a suponer un factor importante como prevención
de la osteoporosis a lo largo de la vida.
Medidas
de Altura, Peso y Necesidades Calóricas para
el Crecimiento normal en la Adolescencia
|
Edad
(años) |
Altura
(cm) |
Peso
(Kg) |
Energía:
Kcal/día |
Hombres
|
18-24 |
176-177 |
66-72 |
2.900-3000 |
|
25-40 |
176-177 |
79 |
2.900 |
Mujeres |
18-24 |
163-166 |
55-58 |
2.200 |
|
25-40 |
163-166 |
63 |
2.200 |
Pautas para Alimentarse Bien
A pesar de que las necesidades son muy distintas entre
los jóvenes según sus circunstancias personales,
podemos dar unas pautas que sirvan de guía para
llevar una alimentación que contenga cantidades
suficientes de nutrientes para cubrir las necesidades
de todos ellos de forma equilibrada.
Recomendaciones generales:
-
Tener en cuenta que “comer bien” no
significa ni comer mucho ni comer basándose
en alimentos caros.
-
Todos los alimentos tienen un lugar en la dieta:
variar al máximo la alimentación,
incluyendo todos los grupos básicos de alimentos
y dentro de cada uno de ellos, alimentos de distintos
tipos (diferentes frutas o verduras, etc.)
-
Conviene mantener los horarios de comidas de un
día para otro y no saltarse ninguna.
-
Se recomienda comer despacio, masticando bien, en
ambiente relajado, tranquilo, evitando distracciones
(TV, radio, etc.) y ordenadamente: comenzar por
el primer plato, después el segundo y por
último el postre.
-
La preparación de los alimentos es una necesidad
que puede convertirse en algo lúdico y agradable.
-
Recuperar la herencia gastronómica de nuestros
mayores ayuda a encontrarse con agradables sorpresas.
-
Consumir una dieta equilibrada en la juventud es
hacer una inversión de futuro y una seguridad
para el presente, ya que una dieta desequilibrada,
limita la capacidad física y aumenta el riesgo
de alteraciones (disminuyen las facultades físicas,
hay cansancio excesivo, etc.) o de ciertas enfermedades,
a medio o largo plazo.
-
Los alimentos dulces, chocolates, refrescos, snacks
(patatas, ganchitos…), repostería,
pizzas, hamburguesas, etc., no hay porqué
omitirlos de la dieta, pero sí que es recomendable
tomarlos en pequeñas cantidades y que su
consumo sea ocasional sin dejar que se convierta
en un hábito.
Se ha de tener en cuenta que dentro de cada grupo de
alimentos, las calorías varían en función
de la cantidad de grasa o de azúcares añadidos
(leche entera o parcial o totalmente desnatada, carne
grasa o poco grasa, yogures azucarados o no…)
y de la forma de cocinarlos (rebozados, plancha, etc.)
Déficits
Nutritivos más comunes
Se producen como consecuencia de desequilibrios en la
alimentación: dietas restrictivas, monótonas
o desequilibradas que no incluyen los alimentos básicos.
Déficit de minerales:
Los minerales que por lo general se toman en cantidades
insuficientes, coinciden con los citados en la etapa
escolar y adolescencia y son: el calcio, el hierro y
el zinc.
-
El calcio es un constituyente de la masa ósea.
La disponibilidad de este mineral es diferente dependiendo
del alimento del que proceda siendo los alimentos
más adecuados la leche y todos sus derivados,
ya que la vitamina D, la lactosa y las proteínas
propias de los lácteos facilitan su absorción
y aprovechamiento por parte del organismo. Son también
buena fuente de calcio: pescados en conserva de
los que se come la espina, frutos secos, derivados
de soja enriquecidos (bebida y postres)
-
El hierro es un componente de los glóbulos
rojos y de la hemoglobina (transportador del oxígeno
y del anhídrido carbónico en la sangre)
e interviene en procesos de obtención de
energía. El hierro que mejor se absorbe es
el procedente de los alimentos de origen animal
(carnes, pescado, huevos y derivados de estos alimentos),
mientras que el procedente de legumbres, verduras
y otros alimentos vegetales se absorbe peor, de
no ser que se combine dichos alimentos con otros
que sean buena fuente de vitamina C o ácido
cítrico (verduras aliñadas con zumo
de limón…) o con alimentos de origen
animal ricos en proteínas completas (lentejas
con pimiento y trocitos de jamón…),
etc.
-
El zinc interviene en la síntesis Ade proteínas
y, por tanto, en la formación de tejidos.
Además colabora en los procesos de obtención
de energía, en el sistema inmune o de defensas
del organismo y tiene acción antioxidante.
La carencia de zinc se relaciona con lesiones en
la piel, retraso en la cicatrización de heridas,
caída del cabello, fragilidad en las uñas,
alteraciones del gusto y del olfato, etc. La fuente
principal de zinc la constituyen las carnes, el
pescado, el marisco y los huevos. También
los cereales completos, los frutos secos, las legumbres
y los quesos curados constituyen una fuente importante.
Déficit de vitaminas:
-
Vitaminas liposolubles A y D: en lácteos
enteros, grasas lácteas - mantequilla,
nata -, yema de huevo, vísceras… El
betacaroteno o provitamina A se transforma en vitamina
A en nuestro cuerpo cuando éste lo necesita
y se encuentra principalmente en: verduras de hoja
verde, y frutas y verduras de color amarillento,
anaranjado y rojizo.
- Ácido
fólico: en legumbres y verduras verdes, frutas,
cereales de desayuno enriquecidos e hígado.
-
B12: en carne, huevo, pescado, lácteos, fermentados
de la soja enriquecidos…
-
B6 o piridoxina: en cereales integrales, hígado,
frutos secos y levadura de cerveza.
-
Riboflavina: en hígado, huevos, lácteos
y levadura de cerveza.
-
Niacina: en vísceras, carne, pescado, legumbres
y cereales integrales.
-
Tiamina: en cAereales integrales, legumbres y carnes.
Distribución de Comidas a lo
Largo del Día
-
Se recomienda mantener los horarios de comidas de
un día para otro y no saltarse ninguna.
-
Distribuir la alimentación en 4 ó
5 comidas al día (desayuno, almuerzo, comida,
merienda y cena)
El desayuno: hay muchos jóvenes
que no desayunan por numerosas razones: se acuestan
o se levantan demasiado tarde y no están lo suficientemente
despiertos como para que su apetito pueda manifestarse,
la monotonía y uniformidad de los desayunos no
los hace atractivos… Conviene levantarse con tiempo
y dedicarse a las actividades de aseo y cuidado personal
antes de tomarlo para así generar sensación
de hambre. Un desayuno con prisas es equivalente a un
desayuno pobre; por tanto es necesario dedicar tiempo
suficiente a sentarse y evitar compaginar la toma del
desayuno con otras actividades como por ejemplo, ver
la televisión. Tener en cuenta que el desayuno
es una de las comidas más importantes del día.
Debe incluir al menos un lácteo y cereales (galletas,
cereales de desayuno, tostadas, bollería sencilla…)
Si además se incluye una fruta o su zumo, mejor
aún.
Almuerzos y meriendas: limitar los
productos de repostería industrial, snacks, refrescos…
productos que “llenan” pero que no nutren
(alimentos superfluos con un elevado contenido de calorías,
a consumir en pequeña cantidad y esporádicamente).
Favorecer la ingesta de bocadillos preparados en casa,
frutas y productos lácteos, sin abusar de los
embutidos, patés y quesos grasos.
La comida: en nuestra sociedad la comida
constituye la principal toma de alimentos del día
y es el momento de encuentro que favorece la relación
social (familiar o de grupo) y la enseñanza o
aprendizaje de los hábitos de alimentación.
Por ello se debe propiciar un clima tranquilo, sosegado,
sin interferencias (TV, radio, animales…). Evitaremos
en lo posible la anarquía en los horarios, la
preparación de alimentos a última hora,
las interrupciones largas entre plato y plato, comer
con mucha rapidez. La comida debe ser variada, completa
y de acuerdo a las necesidades de los jóvenes.
Primer plato: arroz, legumbres, pasta,
ensaladas o verduras con patata, en los que puede añadirse
ocasionalmente para completar, algo de carne o derivados
cárnicos, pescado, huevos, etc. El valor nutritivo
de este primer plato es el aporte energético,
principalmente a expensas de los hidratos de carbono
complejos. Es importante ingerir la cantidad adecuada
de estos alimentos porque las necesidades energéticas
son las primeras que deben cubrirse si se quiere que
las proteínas de los alimentos cumplan en el
organismo con sus funciones.
Segundo plato: carnes, derivados cárnicos,
pescado o huevos. Estos alimentos deben aparecer en
cantidades moderadas (el hambre no debe saciarse basándose
en el consumo de proteínas). Pueden acompañarse
de ensalada o verduras o de legumbres o patatas (no
siempre fritas, también al horno, en puré….).
Postres: Lo mejor es incluir una fruta
y alternar con productos lácteos sencillos (yogur,
cuajada, etc.).
La cena: Se debería tender a
que fuese, al igual que la comida, otro momento de encuentro
alrededor de la mesa, en ambiente tranquilo y evitando
distracciones. La cena debe ser más ligera que
la comida, y lo antes posible para que dé tiempo
de hacer la digestión y dormir bien. Deben transcurrir
al menos 2 horas antes de acostarse.
Cómo cocinar y Condimentar
-
Preferir técnicas culinarias sencillas: con
agua - cocido, vapor, escalfado -, horno, papillote,
microondas, plancha y rehogados con poco aceite.
-
Moderar los guisos y estofados grasos (mejor con
poco aceite y quitando la grasa visible del alimento
antes de su cocinado), frituras, empanados y rebozados.
-
Para que la comida resulte más apetitosa
se pueden emplear diversos condimentos: Ácidos:
vinagre y limón.
Aliáceos: ajo, cebolla, cebolleta, cebollino,
chalota, puerro…
Hierbas aromáticas: albahaca, hinojo, comino,
estragón, laurel, tomillo, orégano,
perejil, mejorana...
Especias: pimienta, pimentón, azafrán...
Consumir ocasionalmente ya que son de difícil
digestión y crean hábito.
-
El vinagre y el aceite (oliva y semillas) pueden
ser macerados con hierbas aromáticas.
- En
la elaboración de salsas, los vinos u otras
bebidas alcohólicas como ingrediente flambeados
pueden hacer más sabrosas diversas recetas.
Es un Error...
Comer
a cualquier hora y "cualquier cosa"
Uno de los hábitos en aumento en la población
juvenil es tomar alimentos a cualquier hora y con cierta
frecuencia. La estructura de 3-4 comidas se ha convertido
en 8-10 tomas de alimentos de menor volumen, generalmente
grasos y azucarados. A título de ejemplo: un
vaso de leche sola (con o sin café o un té),
un bocadillo o pincho o bollo a media mañana,
refrescos de complemento entre horas, snacks (bolsas
de patatas fritas, panchitos, gusanitos, cortezas..)
o frutos secos, un producto de repostería o pastelería,
de nuevo refrescos, un sandwich o bocadilllo para cenar,
complementado con un postre lácteo o, en ocasiones,
con un zumo de frutas. Mientras se disfruta de un programa
de televisión se picotean galletas, palitos de
pan con queso, palomitas de maíz, etc. Los jóvenes
se decantan por un tipo de comida de "entretenimiento",
como un gesto incorporado a sus actividades diarias,
de saciedad inmediata y fácil consumo, lo que
perjudica su salud. Por ello, conviene planificar la
alimentación como merece, con tiempo y conocimiento,
por lo que es necesario que aprendan cuales son sus
necesidades nutritivas y como adecuar los menús
frente a ellas, para evitar así las consecuencias
nocivas que tiene llevar a cabo semejante ritmo y tipo
de comidas.
Algunos consejos prácticos para los que comen
fuera de casa:
Para no perder tiempo ni en la compra ni en la cocina,
lo primero que debe hacerse es planificar los menús
de una semana, de acuerdo a las recomendaciones de dieta
equilibrada (véase el capítulo titulado
“Equilibrio alimentario”).
A continuación, sabiendo el número de
comensales y sus gustos y preferencias alimentarias,
se procederá a elaborar la lista de la compra.
Organización de la lista de la compra:
A principios de mes, se puede elaborar una lista en
la que se indique aquellos alimentos que se deben o
se pueden comprar a diario, semanal y mensualmente.
-
Diariamente:
pan, verdura y fruta fresca, carne o pescado frescos.
-
1 vez a la semana:
verduras y hortalizas de buena conservación
(lechuga, zanahoria, berenjena, calabacín,
tomate, pimientos, cebollas y puerros, etc.), fruta
variada, patatas, yogures, queso y otros productos
lácteos, huevos, fiambres y embutidos y pan
envasado (de molde o tostado...).
-
1 vez al mes:
leche higienizada (UHT, esterilizada…) y leches
especiales (condensada, evaporada…), cereales
y otros productos de desayuno (galletas tipo maría,
etc.), conservas vegetales o animales, productos
congelados, arroz, pastas alimenticias, legumbres
secas, harina, pan rallado, azúcar y sal,
zumos de frutas envasados, aceites y otros alimentos
grasos.
De este modo siempre se puede disponer de una despensa
completa, pudiendo improvisar una comida rápida
pero nutritiva, ahorrando tiempo para poder realizar
otras actividades.
Dejarse
llevar sólo por los Gustos y Preferencias Alimentarias
cuando se come Fuera de Casa
Los jóvenes, por organización familiar,
laboral o académica hacen uso, cada vez más,
de los servicios de restauración colectiva, en
los que encuentran ofertas de menús no siempre
variadas, dado que el número de alimentos que
se presenta es limitado. En otras ocasiones, aún
siendo la oferta muy amplia, es la propia capacidad
de elección del individuo la que está
limitando una conducta alimentaria saludable.
Comer todos los días en este tipo de centros
es muy importante para la valoración de la dieta
porque con frecuencia toman una de las comidas básicas
del día, la del mediodía y tienen que
tratar de combinar, posteriormente, en su casa el total
de su alimentación. Las empresas de restauración
colectiva deben tratar de mejorar su oferta haciendo
que los menús respondan a las características
de una alimentación saludable, adaptada a los
requerimientos nutritivos de los jóvenes y cumpliendo
la adecuada relación calidad y precio. Finalmente,
es el propio individuo quien elige los platos.
Habida cuenta de los errores alimentarios que se constatan
en el mundo occidental, se incluyen una serie de consejos,
que son los que habitualmente se utilizan a modo de
recomendación en los programas de Educación
Nutricional y que tienen como principal objetivo promover
hábitos alimentarios que apunten a mejorar la
salud de la población:
-
Las recomendaciones de la OMS (Organización
Mundial de la Salud) sugieren que se dedique un
mínimo de 40 minutos para consumir la ración
del mediodía.
-
Hay que tratar de programarse una hora fija para
acudir a comer y respetarla siempre que sea posible.
-
Es preciso comer una gran variedad de alimentos,
pero no en grandes cantidades.
-
Conviene comer despacio y masticar bien; esto favorece
una mejor digestión de los alimentos y reduce
la posibilidad de sufrir meteorismo o aerofagia,
distensión abdominal y otros trastornos digestivos.
-
Evitar las distracciones (prensa, TV…) mientras
se come.
-
Si se bebe alcohol, se debe hacer con moderación.
¿Cómo
se elige un buen menú en el restaurante?
A la hora de elegir los platos que componen el menú,
se deben evitar aquellos alimentos y salsas excesivamente
grasos y la repostería como rutina de cada día.
No hay porqué alarmarse, existen variadas ofertas
de acuerdo a nuestro patrón gastronómico,
muy apetecibles, más fáciles de digerir
y saludables, que se adaptan perfectamente a nuestros
gustos y necesidades.
Verduras: "Algo verde" debe haber en las principales
comidas; como ingrediente de primeros platos o bien
como guarnición de los segundos.
Arroz, pasta, patata y legumbre: Generalmente llevan
ingredientes de origen animal significativamente grasos
(tocino, chorizo, morcilla), en cuyo caso, se ha de
tratar de compensar el resto del menú, escogiendo
como segundo plato un pescado a la plancha o al horno
con guarnición vegetal, o bien, de primer plato
ensalada o verdura y de segundo el plato de paella o
guiso de patatas o de legumbre o espaguetis con esos
ingredientes de origen animal.
Pan: blanco o integral en función de gustos y
necesidades individuales.
Carnes, pescados y huevos: Conviene escoger más
a menudo las carnes menos grasas (pollo, pavo, conejo,
ternera, cinta de lomo…), y las más grasas,
no más de dos veces por semana o reservarlas
para ocasiones especiales (cordero al chilindrón,
costillas de cordero, chuletas de cerdo, libritos de
lomo con jamón y queso, pollo relleno, etc.).
Los expertos en Nutrición recomiendan consumir
con igual frecuencia semanal pescado que carne, o al
menos incluir entre 3 y 4 raciones de pescado a la semana.
En cuanto a los huevos, es preciso diferenciar cuando
éstos se toman como ración proteica o
si se toman además de ella. El huevo "duro"
en la ensalada, eAn mayonesas, las natillas, los rebozados,
etc., deben ser tenidos en cuenta para no excederse
en su consumo.
Acompañamientos: Con frecuencia ciertos platos
incluyen ensaladilla rusa, fritos variados, patatas
fritas, longaniza o bacon… Si se quiere reducir
el contenido graso del menú, se puede solicitar
que las cambien por ensalada, pimientos, salsa de tomate,
puré de patata, etc.
Técnicas culinarias: Se recomienda escoger con
mayor frecuencia las menos grasas (salteado, plancha,
horno, etc.).
¿Café o infusión? En función
de la costumbre y de la situación particular
de cada uno. Si se atraviesa por estados emocionales
tales como ansiedad, nerviosismo, estrés, etc.,
es preferible sustituir el café o el té
por otras bebidas no excitantes como el descafeinado,
la menta poleo, la manzanilla o la tila…
Si no se puede evitar ceder ante un deseo irresistible,
hay que ser razonable y no hacer más que una
concesión por comida compensándolo por
otro lado:
-
¿Entrante graso y calórico, tipo ensaladilla
rusa o fritos variados? Tener el reflejo de escoger
pescado a la plancha o al horno acompañado
de ensalada o verduras y de postre, fruta fresca.
- ¿Carne
o pescado en salsa? Comenzar con un plato ligero
(sopa o crema o ensalada o verdura) y terminar el
menú con fruta y una infusión.
- ¿Mousse
de chocolate o postres dulces? Elegir un primer
plato ligero (ensalada, verdura…) y un pescado
o carne a la plancha o al horno con guarnición
vegetal.
Hacer
un Mal uso de los Complejos Multtivitamínicos
o de los Complemento Dietéticos
Para
conseguir que nuestro cuerpo esté nutrido correctamente,
hemos de esmerarnos en llevar una alimentación
variada y equilibrada, incluyendo diariamente todos
los grupos de alimentos en las proporciones adecuadas.
Sin embargo, en situaciones determinadas, sometemos
a nuestro organismo a un sobreesfuerzo físico
o psíquico (embarazo, lactancia, sobrepeso, tabaquismo,
deporte, estrés psíquico...); apareciendo,
con el tiempo el cansancio y la sensación de
fatiga.
En estos casos, en los que la alimentación diaria,
frecuentemente desequilibrada, no cubre las necesidades
aumentadas de energía y nutrientes, podemos considerar
la toma de complementos específicos, ya sean
de farmacia o de tiendas de herbodietética (polivitamínicos,
germen de trigo, levadura de cerveza, jalea real, etc.),
que compensen la deficiencia concreta. Cada uno de ellos
cuenta con unas propiedades particulares que se adaptan
en mayor o menor medida a un tipo u otro de necesidad.
Los posibles efectos beneficiosos sobre el organismo
se comprueban tras la realización de un tratamiento
serio durante el periodo de tiempo estimado para cada
caso, que dependerá del estado inicial de cada
persona.
Los anuncios suelen decir que la dieta no basta para
satisfacer las necesidades del organismo en ese sentido.
Como es muy fácil comprar productos de este tipo,
y su precio no resulta elevado, muchas personas se decantan
por esta opción. En numerosas ocasiones, se exceden
en las dosis de vitaminas y minerales, creyendo que
así mejorará su salud, estarán
más enérgicos o evitarán muchas
enfermedades. Cada vez son más los estudios que
confirman la peligrosidad de esta práctica.
Como incluir productos de este tipo puede ser perjudicial,
nunca se deben tomar sin consultar previamente con un
profesional.
Los suplementos o complementos dietéticos no
deben ser usados como sustituto de unAa buena comida,
sino como complemento en caso de requerimientos extras.
Todas las personas tienen una dosis suficiente de vitaminas
y minerales si se sigue una dieta variada con alimentos
de todos los grupos básicos.
Lectura Recomendada
Alimentación en Epoca de Examenes
Al desgaste físico diario, se une el gran desgaste
psíquico que se produce durante la época
de exámenes, por lo que el cerebro deberá
estar muy bien alimentado. Sólo representa un
2-3% del peso corporal, pero es responsable del consumo
de un 20% de la energía que extraemos de los
alimentos. Su principal fuente energética son
los hidratos de carbono (glucosa). Si el aporte de ésta
es insuficiente, el cerebro la obtiene a partir de otros
elementos nutritivos como proteínas y grasas.
Esto último no es conveniente ya que se producen
alteraciones en el normal funcionamiento de nuestro
cuerpo.
Por otra parte, en estas circunstancias y en contra
de lo que algunas personas piensan, no es preciso aumentar
el aporte de calorías, pero si que se debe cuidar
especialmente el aporte de determinados nutrientes necesarios
para el correcto funcionamiento del sistema nervioso.
Estos nutrientes intervienen directamente en la concentración,
la memoria, el rendimiento intelectual y el estado de
ánimo y son: vitaminas del grupo B (vitamina
B1 o tiamina, B3 o Niacina, B6 o piridoxina, B12 y ácido
fólico o B9), la vitamina E o tocoferol, determinadas
sales minerales (potasio, magnesio, zinc, hierro) y
oligoelementos (litio, silicio, selenio y cromo). Cabe
decir, que es muy infrecuente que se produzcan déficits
de oligoelementos, ya que el cuerpo los necesita en
cantidades muy pequeñas y además, se encuentran
ampliamente distribuidos en la naturaleza.
Cómo conseguir estar bien nutrido y mantenerse
en pleno rendimiento...
Desayuno completo: Para afrontar el día con energía
y evitar déficits de glucosa, que repercuten
negativamente en el rendimiento, la memoria y la concentración.
No sustituir de manera habitual las comidas principales
por las de preparación rápida o fast food
(pizzas, bocatas, hamburguesas y otras frituras), generalmente
más grasas, calóricas y de difícil
digestión.
Sustituir las bebidas azucaradas con o sin gas por otras
igualmente refrescantes y más nutritivas como
los zumos naturales de frutas u hortalizas e infusiones.
Distribuir la dieta en 5 ó 6 comidas: Para evitar
la sensación de hambre o estómago vacío
entre horas, y mantener un nivel adecuado de glucosa
en sangre a lo largo del día. En las colaciones
de media mañana o de la tarde se puede tomar
fruta o zumos, yogures o batidos lácteos, cereales,
biscotes, frutos secos, sándwichs vegetales…
en lugar de productos más energéticos
y menos nutritivos tipo snacks, bollería industrial,
golosinas, etc.
Si no se tiene mucho apetito, se tratará de elaborar
una comida completa de poco volumen enriqueciendo los
platos para que sean más nutritivos:
-
Añadir clara de huevo rallada a diferentes
platos.
-
Elaborar ensaladas completas adicionándoles:
frutas, frutos secos, jamón, queso, huevo
cocido, atún en conserva, guisantes, maíz
o patata cocida o arroz o pasta, etc.
-
Añadir leche (líquida o en polvo)
o queso o trocitos de jamón a los primeros
platos.
-
Como postre tomar petit suisse mezclados con yogur
y trozos de fruta o frutos secos o mermelada…
Es fundamental planificar bien la jornada: horario de
comidas, horas de estudio y de descanso, horas de sueño,
etc. El consumo excesivo de excitantes tales como el
café, el té, las bebidas tipo cola y otro
tipo de infusiones estimulantes mantienen despierta
a la persona pero no aumentan ni su concentración
ni su memoria. La única forma de rendir al máximo
es que el cuerpo y la mente estén bien descansados.
Para ello, se ha de dormir un mínimo de horas
y si se tiene dificultades para conciliar el sueño,
se recomienda tomar una infusión relajante (hierba
luisa, melisa, mejorana, valeriana, pasiflora, hipérico,
lavanda, verbena, tila...) o un vaso de leche caliente
antes de acostarse.
No
realizar dietas sin criterio médico ni nutricional,
ya que pueden provocar mareos o lipotimias, cansancio,
irritabilidad, alteraciones en el sueño, depresión,
etc.
En esta época es bastante frecuente el aumento
injustificado de la venta de suplementos de vitaminas
y minerales. A través de una alimentación
bien planteada, que incluya alimentos de todos los grupos,
se cubren totalmente las necesidades de energía
y nutrientes, sin necesidad de recurrir a ningún
tipo de suplemento. Se ha de tener en cuenta que, en
caso de tomarlos, los resultados se consiguen con periodos
de tratamiento de semanas o meses y no a corto plazo,
y han de ser recomendados por un especialista. No es
eficaz empezar a tomar suplementos el mismo mes de los
exámenes, lo que hay que plantearse es llevar
a cabo una alimentación adecuada, conocer los
alimentos básicos, su interés nutricional
y como incluirlos en la alimentación de cada
día. De todos modos, no debemos olvidar que para
sentirse “bien” no basta sólo con
alimentar adecuadamente al cerebro, además hay
que ejercitarlo.

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