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En
los últimos años los productos orgánicos
han comenzado a popularizarse en nuestro país.
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Como
veremos más adelante, hay dos razones fundamentales que
explican este fenómeno: el mejoramiento de la salud de
los consumidores por un lado y el cuidado del medio ambiente por
el otro. Pero dado que existe cierta confusión entre varios
términos utilizados para calificar alimentos tales como
"orgánico", "natural", "ecológico",
etc, es importante definir de qué estamos hablando cuando
nos referimos a productor orgánicos. Adoptaemos la definición
contenida en la resolución 423/92 de la Secretaría
de Agricultra, Ganadería, Pesca y Alimentación:
"Se entiende por orgánico, ecológico o biológico
a todo sistema de producción sustentable en el tiempo,
que mediante el manejo racional de los recursos naturales, sin
la utilización de los productos de síntesis química,
brinde alimentos sanos y abundantes, mantenga o incremente la
fertilidad del suelo y la diversidad biológica y que, asimismo,
permita la identificación clara por parte de los consumidores
de las características señaladas a través
de un sistema de certificación que las garantice."
Se
observa entonces que, en nuestro país, para designar a
este tipo de alimentos, se usan indistintamente los tres términos,
con lo que se evitan problemas con las traducciones de las palabras
usadas en otros países: organic, en inglés;Biologique,
en francés; y ecológico en español. Los conceptos
contenidos en esta definición, como en la mayoría
de las conocidas, pueden resumirse en los cuatro puntos siguientes:
1.-
Sustentabilidad de la producción orgánica
2.- Prohibición del uso de productos químicos sintéticos,
es decir, de agroquímicos.
3.- Producción de alimentos sanos.
4.- Garantía para el consumidor, a través de un
sistema de certificación.
Ketchup orgánico
Aunque tímidamente algunas empresas han visto una posibilidad
comercial incorporar a sus líneas de marcas productos orgánicos,
todavía son vistos con desconfianza entre los pequeños
productores y consumidores de estos productos, las señales
indican que la tendencia de hacia el consumo de productos más
naturales va en aumento. Muchas de estas empresas están
asumiendo el riesgo en el futuro comportamiento de las personas
hacia un consumo más consciente.
En
un arriesgado giro de marketing, algunas conocidas empresas de
alimentos empaquetados de Estados Unidos han puesto sus marcas
en productos cultivados con ingredientes sin pesticidas ni fertilizantes.
El
Organic Ketchup, de H.J. Heinz Co. Llegó a los supermercados
el año pasado; en abril, Frito-Lay, de Pepsi-Co Inc., lanzó
sus Tostitos Organic Tortilla Chips. Mientras tanto, el pollo
"natural Nature's Farm," de Tyson Foods Inc., se vende
en el noreste de EE.UU. by Ben & Jerry's Homemade, una filial
de helados de Unilever, está probando helados naturales
en cuatro sabores (vainilla, fresa, bizcocho de chocolate y crema
dulce con galletas).
Hasta
hace poco, los grandes fabricantes de alimentos, en su búsqueda
por entrar al creciente mercado de alimentos cultivados sin pesticidas
ni fertilizantes artificiales que se conocen como orgánicos
o naturales, se habían preocupado especialmente de no poner
sus logos en estos productos.
El
año pasado, cuando General Mills Inc. Lanzó los
cereales orgánicos Cascadian Farms, su logo estaba ausente
de la caja. El razonamiento era que los consumidores que evitan
los pesticidas y aditivos pueden no confiar en las grandes marcas.
Pero
ahora, más empresas ejercen la influencia de sus marcas
para asegurarse un espacio en los estantes de productos orgánicos
de las grandes cadenas de supermercados.
Hasta
hace un tiempo, el mercado de productos orgánicos en EE.UU.
estaba casi exclusivamente en manos de pequeños almacenes
de alimentos naturales y la cadena Whole Foods Market Inc.
Aunque
en EE.UU. las ventas de alimentos orgánicos casi se han
duplicado en los últimos cinco años hasta llegar
a US$11.000 millones, todavía representan sólo el
2% de los US $485.000 millones que los estadounidenses gastan
en alimentos. De todos modos, el potencial de crecimiento se está
volviendo más difícil de ignorar para las grandes
empresas. "Estamos apostando al futuro," dice Robin
Teets, portavoz de Heinz. "queremos estar ahí cuando
empiece a despegar."
Por
lo general, las tiendas de comida natural no están corriendo
a llenar sus estanterías con productos orgánicos
de las grandes empresas. La gran cadena de supermercados de alimentos
naturales Whole Foods, por ejemplo, no ofrece los pollos orgánicos
de Tyson.
Lejos
de los Normales
Bob
Boldin, vicepresidente ejecutivo de la consultora estadounidense
Technomic Inc., pronostica un lento y cauteloso ascenso para los
productos naturales de las grandes marcas.
"Ninguna
de las grandes empresas ha hecho un gran esfuerzo" por los
alimentos naturales, comenta, en parte porque no quieren socavar
sus productos no orgánicos. "Aunque estos son productos
diferentes, so corre el riesgo de causar confusión en los
consumidores", observa.
Algunas
empresas alientan a las cadenas minoristas a exhibir sus productos
orgánicos en el pasillo de alimentos naturales, lejos de
los productos normales de su marca, dice Karen Brown, del Food
Marketing Institute.
Una
razón: a las compañías les preocupa que el
mostrar ambos productos juntos lleve a los consumidores a cuestionar
los alimentos que han recurrido a pesticidas y fertilizantes artificiales.
No
obstante, otras empresas quieren que sus dos versiones estén
juntas, para reforzar la asociación frente a los consumidores
que compran marcas conocidas y fiables.
Los
productos naturales de grandes marcas parecen tener más
posibilidades de prosperar si se venden a precios más bajos
que las marcas establecidas dentro de los alimentos orgánicos.
Tracey Zemitis dice que no confía en las grandes empresas
pero no puede negar que sus productos orgánicos a veces
son más baratos que los de marcas más pequeñas
que ella suele comprar.
A
veces, la diferencia de precio entre un orgánico y su contraparte
convencional puede ser significativa. El ketchup orgánico
de Heinz, por ejemplo, cuesta cerca de un 30% más por onza
que la versión no orgánica.
Pero
algunas empresas apuestan que los consumidores están dispuestos
a pagar más. Tyson exhibe su marca de productos orgánicos,
Nature´s Farm, en las tiendas del noreste de EE.UU. El logo
de la empresa está justo encima de la marca. En las tiendas
que no se dedican a los productos orgánicos, tiende a ser
la única marca de pollo orgánico.
La
industria orgánica es un cambio para los grandes productores,
que dependen de economías a escala para ofrecer precios
bajos. En este mercado, tales ahorros suelen perderse por el alto
costo de producir alimentos sin pesticidas ni aditivos.
Los
alimentos para animales, por ejemplo, cuestan casi el doble que
los granos comunes. El pollo orgánico de Tyson no puede
procesarse si se enferma y es tratado con antibióticos.
"Todo eso se sana y sale un ave muy costosa", dice Harold
Heinze, director de marketing de la división de pollos
frescos de Tyson.
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