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Además
del carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno
y azufre que forman parte de las moléculas orgánicas,
nuestro organismo precias otros elementos, o como componentes
estructurales o por sus capacidades catalíticas
formando parte de los centros activos de enzimas. |
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Estos
elementos Minerales son:
Calcio:
Es el mineral mas abundante en el organismo, dado que es un componente
fundamental de los huesos. También participa en la transmisión
nerviosa y forma parte de la estructura de varios enzimas
Fósforo:
Es un componente esencial, junto con el calcio, en la estructura
de los huesos y dientes. Forma parte de muchas sustancias orgánicas
fundamentales en muchas rutas metabólicas sobre todo en
las implicadas en la obtención y transmisión de
energía. También en las que mantienen y trasmiten
el mensaje genético.
Potasio:
Participa en el mantenimiento de la presión osmótica,
especialmente en el interior de las células, y en la transmisión
nerviosa.
Cloruro:
Interviene en el mantenimiento de los equilibrios iónicos
y osmóticos. Forma parte del jugo gástrico.
Sodio:
Participa en el mantenimiento de la presión osmótica,
fundamentalmente en compartimentos extracelulares, en la transmisión
nerviosa y en el mantenimiento de equilibrios ácido-base.
Magnesio:
Forma parte del hueso. Es también necesario para
la actividad de muchos enzimas, especialmente de aquellos que
utilizan ATP. En estos enzimas, el Mg está unido realmente
al ATP, y no al propio enzima.
Hierro:
Forma parte de la hemoglobina (la proteína que transporta
el oxígeno en la sangre) y de la mioglobina (que lo hace
en el músculo). También forma parte de bastantes
enzimas. El organismo es capaz de almacenar cantidades importantes
de este elemento como reserva, asociado a una proteína
llamada ferritina.
Flúor:
Forma parte de la estructura de los dientes y huesos, aunque no
es un elemento estrictamente esencial.
Zinc:
Forma parte de bastantes enzimas, como la carbónico-anhidrasa
o la fosfatasa alcalina.
Cobre:
Forma parte de algunos enzimas, como la tirosinasa.
Manganeso:
Forma parte de algunos enzimas, entre ellos la superóxido
dismutasa mitocondrial.
Selenio:
Forma parte de la selenocisteina, un aminoácido
peculiar , (equivalente a la cisteina, pero con azufre en lugar
de selenio) presente en la glutation peroxidasa.
Molibdeno:
Forma parte de un cofáctor específico necesario
para tres enzimas, entre ellos la xantín-oxidasa.
Yodo:
Su única función biológica es como componente
de las hormonas tiroideas.
Cobalto:
Se encuentra exclusivamente formando parte de la vitamina B12.
Cromo:
Solamente interviene, en forma de Cr+++, como constituyente del
"factor de tolerancia a la glucosa"
Otros
elementos: Existen otros elementos (silicio, boro, vanadio,
estaño, arsénico y níquel) de los que no
se conoce con precisión su función biológica,
si es que la tienen, ni enfermedades carenciales en humanos, aunque
sí se pueden en algunos casos provocar experimentalmente
en animales. Esto hace que se sospeche que puedan desempeñar
alguna función en nuestro organismo (el silicio, en el
desarrollo óseo, el boro en el metabolismo del calcio).
Algunos vendedores
de "suplementos alimenticios" intentan hacer creer que
otros elementos, como el litio, germanio, oro... son esenciales
para la salud, y que deben obtenerse comprando sus productos,
ya que los alimentos naturales no los contienen. Eso es simplemente
un fraude.
Necesitamos
suplementos de minerales?
La mayoría
de los minerales se encuentran distribuidos muy ampliamente entre
todo tipo de alimentos, de tal modo que cualquier dieta que no
sea aberrante incluye una cantidad suficiente de la mayoría
de ellos. Los únicos elementos de los que pueden producirse
carencias son el calcio, el hierro y el yodo, y esto solamente
con dietas basadas en determinados alimentos que no los contienen
o que los contienen en una forma no asimilable.
El calcio se encuentra distribuido tanto en alimentos de origen
animal como vegetal. Sin embargo, el presente en los alimentos
vegetales es poco asimilable, ya que éstos contienen también
sustancias como el oxalato o el fitato que lo secuestran e impiden
su absorción en el tubo digestivo. El salvado, en particular,
contiene cantidades importantes de este tipo de sustancias. En
la harina integral, alrededor del 70% de todo el fósforo
existente está formando parte del ácido fítico,
mientras que en la harina blanca esta proporción desciende
al 30% . También las legumbres y las almendras contienen
cantidades importantes de esta sustancia. En los productos animales
el calcio se encuentra más fácilmente disponible.
La mejor fuente de este elemento son los productos lácteos.
El hierro
se encuentra también ampliamente distribuido, pero los
problemas relacionados con su biodisponibilidad son aún
mayores que en el caso del calcio. El hierro en forma hemo (tal
como se encuentra en general en los alimentos de origen animal)
se absorbe con relativa facilidad, pero el hierro en forma inorgánica,
no. Su absorción depende de la presencia en la dieta de
otros componentes, que favorecen su captación, como es
el ácido ascórbico (reduce el Fe 3+ a Fe2+, mas
soluble) o la dificultan, como el ácido oxálico
o el ácido fítico. En conjunto, aunque los alimentos
vegetales contienen bastante hierro (no demasiado; independientemente
de las leyendas, las lentejas y espinacas contienen cantidades
semejantes a otros alimentos parecidos ) su baja biodisponibilidad
hace que no sean buenas fuentes alimentarias de este mineral.
En el caso
del yodo, la causa de las deficiencias, cuando aparecen, es la
heterogeneidad de la distribución de este elemento en la
superficie terrestre, que hace que los alimentos producidos en
regiones en las que éste es mas escaso (algunas zonas alejadas
de las costas, o valles cerrados en terrenos antiguos) sean deficientes
en él. Cuando las poblaciones de estas zonas basan su dieta
de forma casi exclusiva en su propia producción alimentaria,
pueden producirse deficiencias. Estas deficiencias no se producen
cuando la procedencia de los alimentos es diversa, como sucede
actualmente en las sociedades occidentales. En cualquier caso,
dada la muy pequeña cantidad necesaria, puede enriquecerse
de forma selectiva un alimento (normalmente la sal) con éste
elemento.
En poblaciones
con dietas muy anormales (alcohólicos, por ejemplo, que
reciben una gran proporción de las calorías de su
dieta del alcohol) pueden también aparecer deficiencias
de zinc y de cobre. Estas deficiencias están asociadas
naturalmente a otras deficiencias aún mas importantes en
proteínas, vitaminas y otros minerales.
Los demás
elementos están tan ampliamente distribuidos que, comamos
lo que comamos, es imposible que aparezcan deficiencias. Utilizar
suplementos sin recomendación médica es una forma
inútil de gastar el dinero, y en algunos casos puede representar
un riesgo para la salud.
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