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Parece
que con cada día que pasa, el mundo occidental
tiene más y más prisa.
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Aunque
a nivel profundo no se sabe muy bien a dónde pretende llegar,
siempre nos encontramos con algo que hacer y que por supuesto
¡hay que hacer cuanto antes! Prisas para llegar al trabajo,
prisas para estudiar, prisas por encontrar pareja, prisas, prisas
y más prisas.
Lamentablemente,
ni siquiera nuestra alimentación se ha salvado de este
ritmo tan veloz y misterioso. Así, ahora ya podemos comprar
en las tiendas de alimentación comida precocinada e incluso
ya cocinada para llegar a casa y comerla rápidamente. También
los restaurantes de comida rápida o la conocida "fast
food" terminan por tener un gran peso en nuestros hábitos
de comida.
Sin
embargo, este tipo de alimentación no es nada saludable.
Y quizá ya no tanto por los preparados y sus ingredientes
en sí, sino por la rapidez en que los ingerimos, de hecho
deberíamos masticar unas 20 veces cada pedazo que nos llevamos
a la boca. Sería bueno que le echaras un vistazo a estos
puntos que te demuestran la importancia de comer despacio. Además,
piensa que si comes más despacio, llegas a saciarte mucho
más con la comida por lo que puede ayudarte también
a cuidar tu silueta.
En
la boca
Nuestra
saliva tiene una función antibacteriana en el sentido que
al darle muchas vueltas a la comida en la boca, facilitamos que
la segregación de ésta que elimina numerosas bacterias
que pueden venir en la comida. Además nos ayuda a tragar
mucho mejor.
En el intestino y el estómago:
Si
masticamos muchas más veces la comida, nos permitiremos
una digestión mucho más saludable y ligera. Además
es necesario también comer poco a poco para ir despertando
poco a poco y de una forma natural nuestros jugos gástricos
que serán los que nos ayuden a asimilar las propiedades
de los alimentos. Por otro lado también estaremos cuidando
la salud de nuestro estómago que evitará así
los tan dolorosos y molestos trastornos digestivos.
En el cuerpo:
Si
se ingieren demasiado rápido los alimentos y sin masticar
adecuadamente se le impedirá al cuerpo que absorba muchos
de los nutrientes. Así que por ejemplo, si nos comemos
una deliciosa ensalada llena de vitaminas y minerales sin apenas
masticarla, de nada nos servirá.
Estudio
Realizado en Nueva York
Comer
menos, disfrutar más de la comida y no sentirse mal al
otro día de la ingesta son consignas; las pruebas están
a la vista en este estudio.
NUEVA
YORK (Reuters Health) - Un grupo de mujeres consumió 70
calorías menos cuando se les pidió comer más
despacio un plato con pasta y salsa que cuando se les pidió
comer lo más rápido posible.
Esas
mujeres también consideraron que la comida era más
sabrosa cuando la ingirieron lentamente.
"Sintieron
más placer y más saciedad por menos calorías",
comentó a Reuters Health la doctora Kathleen Melanson,
de la University of Rhode Island, en Kingston.
Melanson
decidió realizar el estudio cuando se dio cuenta de que
no existía respaldo científico del dicho familiar
de que comer despacio reduce el apetito.
El
equipo dirigido por Melanson le sirvió a 30 mujeres jóvenes
ditalini con salsa de tomate y vegetales más queso parmesano,
bajo dos condiciones diferentes.
Antes
de cada comida, las mujeres habían ingerido un desayuno
estándar de 400 calorías y luego hicieron ayuno
durante cuatro horas.
En
una visita al laboratorio, las participantes recibieron una cuchara
grande y se les pidió no detenerse entre bocados y comer
lo más rápido posible.
En
otra oportunidad, las participantes comieron con una cuchara pequeña,
que debían poner sobre la mesa después de cada bocado,
y se les pidió ingerir bocados pequeños y masticar
cada uno de 15 a 20 veces.
Cuando
las mujeres comieron rápido, consumieron unas 646 calorías
en 9 minutos. Pero cuando lo hicieron más despacio, ingirieron
579 calorías en 29 minutos, afirmó el estudio presentado
en la reunión anual de Asociación Norteamericana
para el Estudio de la Obesidad.
Los
autores hallaron que las mujeres se sintieron más llenas
y más satisfechas inmediatamente después de comer
y hasta una hora más tarde cuando ingirieron la comida
lentamente.
Comer
despacio favorecería la reducción del peso corporal
o ayudaría a las personas a mantener un peso saludable,
indicó Melanson, dado que quienes se toman su tiempo para
consumir las tres comidas ingerirían 210 calorías
menos por día que los que las devoran.
¿Si
Como despacio, Pierdo Peso?
El comer rápido evita que se disfrute del sabor de las
comidas, impide una buena digestión y de esa manera colabora
a que aumentes de peso.
Para que el mensaje de que ya estás llena llegue a tu cerebro
deben pasar aproximadamente veinte minutos, por lo que si comes
rápido no das tiempo de que esto ocurra, y entonces al
no saber que estás llena terminarás por comer más
de lo que realmente te cabe, lo que lógicamente te hará
engordar.
Comer despacio ayuda a que tu digestión sea completa, pero
además te permitirá tener mayor control sobre lo
que comes y sobre tu propio cuerpo.
Si comes de forma acelerada, no masticas bien y eso genera una
distención acelerada en todo el aparato digestivo, lo que
provoca dolor y sensación de llenura excesiva. Esto se
conoce con el nombre de dispepsia.
Para corregir el hecho de comer rápido se pueden adoptar
varias medidas que serán de gran utilidad. Por ejemplo,
mientras comes aleja el tenedor o cuchara entre mordisco y mordisco.
Colócalo en el plato y tomate la molestia de levantarlo
sólo cuando hayas terminado de masticar el primer bocado.
Otra gran idea es compartir la hora de la comida con otra gente,
conversa con ellos y así haces vida social y a la vez alentas
el ritmo de tu alimentación. Además, así
no estarás pensando sólo en la comida.
Si el problema es demasiado grave, puedes probar a comer con la
mano que no acostumbras a usar. Es decir si eres diestra intenta
comer con la izquierda, o a la inversa, así controlarás
más la velocidad.
Por otro lado, trata de no comer viendo televisión o escuchando
la radio, pues esto impedirá que estés relajado,
comerás más rápido y no podrás darte
cuenta de las señales que te envía tu estómago.
También es recomendable llegar a la mesa con poca hambre
para que no te lances a devorar. Para lograrlo, recuerda no saltarte
ninguna comida, entre las comidas come alguna fruta o yogur que
no aportan caloríasy te quitan la sensación de hambre.
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